Boletín No. 14
Vol 2 No11, noviembre2006
LA VIDA ETERNA
Por Ricardo Vivas Arroyo
Algo eterno puede tener principio pero no tiene fin. Sólo Dios es sempiterno, sin principio ni fin, en Él todas las cosas se originan y también todo culmina(Col. 12:15-17, Ap. 1:8). La vida eterna es entonces posible sólo porque Dios ha querido compartir con el hombre su naturaleza divina, de modo que no tenga fin, y pueda disfrutar de todas las cosas que son suyas en su morada celestial.
Muchos cifran tal esperanza basados en que son buenas personas, o cumplen con reglas religiosas; otros piensan que como no lo son, lo mejor es disfrutar lo más que puedan de esta vida y sus placeres, porque no existe alguna seguridad de ir al cielo y disfrutar de la vida eterna.
La única manera en que el hombre puede recibir y disfrutar esa vida sin término, es aceptar al Hijo de Dios que se humanó, para que su espíritu eterno pueda unirse al del creyente e impartirle esa característica suya (1 Jn. 5:11-13, Jn. 3:16, 36).
La Biblia nos asegura reiteradamente que el que cree en el Hijo de Dios y lo ha recibido en su corazón como su Salvador, tiene vida eterna, ya pasó de muerte a vida, no vendrá a condenación, jamás perecerá, tiene eterna redención, tiene salvación eterna (Jn. 5:24, Jn. 6:40, Jn. 10:27-29, He. 7:25), y no por ser bueno, sino porque se reconoce pecador, y arrepentido, ha pedido a Dios que le perdone por medio del sacrificio de su Hijo Jesucristo, que fue realizado precisamente para satisfacer sus demandas de justicia(Mr. 1:15, Hech 17:30, Mt. 9:13).
Pero la vida eterna es algo más que la vida que Dios ofrece después de esta vida a los que crean en Él, ya que podemos disfrutarla desde ahora y además tener la seguridad que al partir de la tierra, el día de nuestra muerte, vamos a mirar el rostro del Señor Jesucristo en el cielo (1 Ti. 6:12, 19, Gá. 6:8, 2 Co. 5:6-8).
Es tan clara y contundente la Biblia al respecto, que el nuevo creyente, sufre una transformación por la sola seguridad de haber sido aceptado por Dios; no era bueno, pero empieza a serlo, no en su propia capacidad, sino porque el mismo Hijo de Dios vive en su corazón (Gá. 2:20, Col 3:9-10). Sus obras, su estilo de vida, su conversación, sus gustos y hasta sus pensamientos, sufren un cambio que es el inicio de una nueva vida. Se sabe amado de Dios, perdonado, bendito y libre, como un recién nacido, porque a los ojos de Dios eso es(2 Co. 5:17).
A partir de ese momento se le abren muchas posibilidades, no estará exento de problemas, al contrario, tal vez hacer lo correcto lo meta en ellos, pero no importa, porque antes los tenía sin contar con la ayuda divina, mas ahora los tendrá pero con Él (1 P. 3:13-17). Sabe bien que la senda estrecha es difícil pero maravillosa, lo que no tuvo en la senda ancha donde caminó. El amor de Dios lo rodeará siempre, le ayudará a vencer las tentaciones, le dará fortaleza en los sufrimientos, le permitirá disfrutar de una vida de servicio, llena de experiencias milagrosas que a su vez llenarán su corazón de gozo continuo (1 P. 4:14-16).
La vida eterna es un regalo, a Dios le costó la vida de su Hijo el poder ofrecerlo, por eso lo único que Dios no puede perdonar es que alguno lo rechace, pero a todo aquel que lo acepte, no importa que tan bajo haya caído, lo perdonará y se lo dará (Jn. 3:18, 1 Jn. 4:10).
Si ya lo tienes disfrútalo, pero si no lo tienes, recíbelo ahora mismo y un día nos veremos en el cielo, para adorar, alabar y servir siempre al único Dios verdadero.
MOTIVOS DE ORACIÓN
Orar por el grupo de evangelismo, que Dios lo siga usando poderosamente en diferentes lugares del país y en la iglesia, para que Dios salve a muchos y que los dones del Espíritu Santo operen abundantemente.
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Orar por los cultos de casa, que crezcan y que la iglesia se involucre más.¡Ánimo hermano amado, tu iglesia espera que con cariño le sirvas!
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Orar por lasvisitas del hermano Ricardo a las iglesias, en diciembre visitará, Dios mediante, a la iglesia de Ticomán.
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También es importante orar por un retiro de matrimonios al que somos invitados para los días 14, 15 y 16 de diciembre.
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La hermana Elisa Izquierdo, mamá de Waldo, pasó por momentos muy difíciles pues su hígado estaba muy atrofiado por un tumor y la operaron de emergencia, pero por una hemorragia prácticamente se vació. Dios obró un milagro en respuesta a las oraciones y ella sobrevivió y ahora tratarán la hepatitis C que le encontraron. Su estado es muy crítico, oremos por su sanidad total.
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Recuerden que el equipo de oración se encuentra intercediendo continuamente por las necesidades que se van presentando en la iglesia cada día. Dios ha obrado maravillas. ¡Gloria a Dios!
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Este mes tuvimos dos graduaciones, pues partieron a la presencia del Señor nuestro hermano Mauricio Rodríguez y nuestra hermana María de la Luz Cervantes, oremos por fortaleza para nuestra hermana Marta Olga y para Armando y Carmen, porque aunque saben que sus amados están felices, los extrañan y sólo Dios puede llenar ese vacío en el corazón.