Dios restaura hogares

¡Gloria a Dios! Él sí escucha.

Una compañera de trabajo que se llama Lucina, ocho meses antes su esposo la había dejado y ella me confió su pena, entonces le hablé de Cristo y abrió su corazón y lo recibió. Le creyó a Dios por la restauración de su matrimonio y se puso a orar por ello todos los días. Un día su esposo le habló y le pidió lo dejara regresar, y al día siguiente regresó con ella y las cosas entre ellos se compusieron. Ahora ella está muy pero muy feliz. da gracias a Dios y reconoce que Él es el primero en todo, porque Dios es amor. Amamos mucho y confiamos en Jesús.

Gaby Licea.